Mujer que fluye por el curso de la
vida
nacida de un manantial de aguas
brasileñas, catalanas y canarias.
Su cauce varía según se encuentre con
torrentes, barranquillos, barrancos,
“rials i rieres,
rierols i rius”.
Y cada afluente que deja
para acercarse más al gran rio,
la sume en remolinos girados por las dudas,
arrastrados por los acontecimientos;
y cada gota de su cuerpo baila, se
emociona,
chilla de placer ante tanta velocidad
como de niña en el “dragón can”.
Y su cuerpo de fluido va dando
vuelcos que la zambullen,
la sumergen y la emergen a la
superficie,
y es allí donde puede vislumbrar la dirección de su vida,
su propio caudal de agua diamantina
que atraviesa cuerpos, maderos y barcas.
También goza de remansos y charcas
que le permiten saborear las algas, los saltos de agua,
los cuerpos de peces y bañistas.
Y en su quehacer de gota va tomando decisiones
que la acercan y la alejan ,
la confortan y la sacuden
Siempre conservando su libertad y valentía
de gota de gotas, de agua que fluye y no se agota.
Para mi Iara, iaringa, Iarilla
que cuando una barrera detenía su
curso
se contenía a si misma en una cucharilla
Viva los saltos de agua, las cascadas, los recodos
y las charcas
Viva la lluvia que nos riega la
vida.
Montse Villoldo Pujol
Arenys de Mar, 6 de desembre de 2013
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